Son las 12:25 h del día 5 de diciembre de 2008.
Estoy en el Parlamento y nos encontrábamos en pleno debatiendo las enmiendas al proyecto de Ley de Servicios Sociales, y tragando con las intervenciones de las batasunas de EHAK ilegalizadas como si en Euskadi todo fuera bien y nada pasara.
A las doce menos diez la Presidenta del Parlamento ha parado el pleno, a mandado a las batasunas a sus aposentos y "nos ha sacado" a los demás al exterior, junto al monumento de la exposición “Victimak”.
Tras leer una declaración de buenas intenciones, y tocar un “agur jauna” en memoria del empresario asesinado por los pistoleros de ETA en Azpeitia, Inaxio Uría, en presencia de su familia y amigos, la presidenta reanuda la sesión dando legitimidad a los cómplices de los asesinos, desoyendo sentencias firmes y al estado de derecho y sacando la foto de la miseria y el cinismo de una sociedad vasca representada por 66 cínicos jetas (entre los que me incluyo) y 9 etarras en esta cámara.
Este Gobierno Vasco, esta Presidenta y sus correligionarios representan el cinísmo y las miserias de Euskadi.
Me avergüenzo profundamente de que los representantes de los vascos nos perdamos en palabrería en lugar de expulsar a ETA de las instituciones y trabajar por el aislamiento social, económico y político de los asesinos y su cómplices.
Por todo, pido perdón.
Por todo, pido perdón.
Solo estoy en condiciones de prometer voluntad y trabajo. Eso sí, aurrera goaz.
Nerea Alzola.
Parlamentaria vasca del PP.
Nerea Alzola.
Parlamentaria vasca del PP.